TAUS ES ARTE - EL RENACIMIENTO EN NUESTROS ORNAMENTOS
En Taus Ornamentos Sacerdotales, creemos en la valoración del arte como forma de distinción de nuestros productos, que también son piezas creativas y artísticas ya que sus creadores son profesionales del diseño. Por este motivo queremos mostrar cómo el arte histórico nos ha servido de inspiración para decorar nuestras creaciones y dotar a los sacerdotes y el clero católico de piezas originales. En esta entrada nos centraremos en la época del Renacimiento.
El renacimiento como movimiento artístico surge a partir del siglo XV, aunque tiene sus raíces en un “proto-renacimiento” durante el siglo XIV. La fecha en la que el renacimiento se encuentra en su esplendor y que, por lo tanto, marca el cambio de época, es 1492, año del descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón y de la conquista de Granada (España) luego de la invasión musulmana, que ocupó la península Ibérica durante 8 siglos.
Estudio de fachada de la basílica de Santa María Novella en Florencia, Italia. Leon Battista Alberti.
Una nostalgia del clasicismo y una vuelta al hombre luego de una época en la que la religión impartía todo y para todos; el renacimiento como movimiento artístico busca alejarse de los cánones del gótico que le precede. La escala de la arquitectura vuelve a ser “humana” y se deja de buscar la altura de las agujas y los arcos ojivales.
La ornamentación de la arquitectura también refleja ese cambio de pensamiento. La decoración es más simple, desaparecen los vitrales inmensos del gótico, y las columnas y capiteles se inspiran en los órdenes clásicos griegos y romanos.
En esta época, para ser artista había que ser científico, muy observador y muy detallista. El artista del renacimiento se volvió un “rockstar” a diferencia de sus predecesores, porque se valoró de una forma distinta el arte, en especial si el artista contaba con la suerte de dar con un mecenas (una especie de padrino) que amara su arte y financiara sus obras.
Existe un espíritu renovado por el conocimiento de la naturaleza, y eso se manifiesta en la estética, ya que las figuras humanas y naturales se tratan de reflejar de la forma más realista posible, pero también es el regreso de las proporciones “mágicas”: el punto dorado, la perspectiva y la simetría. Recordemos al hombre de Vitruvio, el ideal humano encerrado en un círculo y un cuadrado, de Leonardo da Vinci.
El hombre de Vitruvio y Retrato. Leonardo Da Vinci.
Varios de los ornamentos sacerdotales que hemos diseñado en nuestro taller creativo siguen esa influencia, donde los trazos son simplificados, la ornamentación es geométrica y simétrica, y con motivos naturalistas interpretados según la técnica del bordado y las influencias de la época actual. La inspiración que es más notable en nuestro arte es la arquitectura y las decoraciones en piedra y madera que se utilizan especialmente en los espacios interiores.